sábado, 6 de marzo de 2010

UNA VISIÓN DE DESARROLLO SUSTENTABLE

Biol. Blanca Rosa Zapata Álvarez
Estudiante de Maestría en
Desarrollo Sustentable del CUC

En la actualidad los sistemas económicos planean sus actividades
que permiten la rentabilidad a corto plazo, lo que no permite que
los recursos sean valorados y mina los recursos sin aplicar un criterio
a largo plazo.
Hay una gran falta de conocimientos de los recursos naturales y sus
formas de manejo con tecnologías adecuadas, hemos aprendido de
ellos conforme los vamos utilizando. Tampoco hay políticas adecuadas
tanto a nivel nacional como internacional para aprovecharlos de
manera adecuada, las diferencias de poder económico y bélico han
hecho que algunos países se beneficien con los recursos de otros en
una relación poco equitativa.
Los ecosistemas son proveedores los de recursos y el sistema socioeconómico
los transforma en satisfactores, y estos se transforman a su vez
en calor, desperdicios, materia degradada y contaminantes entre otros.
El sistema socioeconómico es el que resulta responsable de la ecodegradación.
Si la degradación del ecosistema es mayor que su capacidad de
regeneración el resultado es un desarrollo no sostenible.

Hay problemas ambientales que son mundiales y que afectan zonas
que no los provocan como el cambio climático, la deforestación de
bosques y selvas, el agotamiento de la capa de ozono, la perdida de la
biodiversidad, la contaminación del suelo, del agua y del aire, erosión
del suelo, desertificación, urbanización creciente con falta de planeación,
residuos peligrosos entre otros. La sobrepoblación que es el problema
que afecta a un gran numero de personas por la desigualdad
en la distribución de la riqueza, en los países pobres la sobrepoblación
se traduce en pobreza extrema, en los países ricos que son el 25 % de
la población utilizan el 80 % de los recursos del planeta.
Para lograr el desarrollo sostenible es indispensable conceptuar que
el desarrollo tiene que mejorar la calidad de vida de la población, un
sistema económico que le permita utilizar sus recursos de manera
adecuada y que los beneficios sean distribuidos equitativamente y
vivir en un ambiente adecuado. Que los sistemas políticos y económicos
tomen decisiones basadas en conocimientos científicos.
Que los sistemas legal e institucional sean confiables. Y sobre todo
promover e incentivar la visión a largo plazo al momento de tomar
decisiones de inversión.

El desarrollo se centra en el bienestar (o calidad de vida) de las personas,
el acceso al empleo, a los servicios de salud, educación y vivienda como
también el respeto a los derechos políticos y civiles. El deterioro ambiental
afecta adversamente el bienestar de las personas, y reduce en
consecuencia la calidad de vida. Es así que se puede tender un puente
entre calidad de vida y el desarrollo económico.
El verdadero reto para alcanzar el desarrollo sustentable es encontrar
Soluciones y formulas que domestiquen su carácter globalizador, esto
es, lograr no solo la conjunción y participación de todos los sectores
de una sociedad determinada, sino el compromiso global de todos
los grupos sociales que habitan nuestro planeta Tierra.
En algunas ocasiones, en el proceso de producción, distribución
y consumo de ciertos productos, existen efectos colaterales que
afectan el bienestar de las personas o empresas no directamente
relacionadas con el proceso de elaboración del producto, o con el
consumo del mismo. Lo que se conoce como externalidades que
son los efectos no contemplados en el mercado de las actividades
de producción y consumo.
El éxito futuro de las estrategias nacionales de conservación para el
desarrollo sustentable requiere de paz, libertad, justicia social, democracia,
avance científico y tecnológico, una economía saludable
y una ética de responsabilidades y colectivas que fomente la solidaridad
humana, la participación ciudadana y la estabilidad ambiental
del planeta.
El desarrollo sustentable implica conciencia, sensibilidad, responsabilidad,
cambio de actitud y políticas ciudadanas, aspectos éticos, culturales
y religiosos, así como patrones de consumo y estilos de vida.

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