Este proyecto de vivienda, al cual he definido como vivienda “serrana”, encierra un concepto. Lo primero que hay que decir es que toda creación arquitectónica que pretenda interactuar con el medio natural, debe estar concebida a partir de premisas que la definan y caractericen. Parafraseando al maestro Frank Lloyd Whrite, “la casa es la inspiración del sitio”, y a partir de aquí los preceptos son muy claros; una estructura arquitectónica abierta, todo el perímetro con una intención; conectar el interior con el exterior, unir y no separar, traer al interior la plenitud del espacio circundante, el verdor, el aire y las fragancias serranas, el canto de los pájaros y el cascabeleo del arroyo cercano.
La galería abarca todo el paisaje y el cielo, la luz inunda cada rincón y revela con magnificencia el transcurrir del día. Los materiales son fácilmente reconocibles y asociables al entorno; piedra, madera, texturas y colores cálidos. En una “tira” se ubican los dormitorios, austeros pero organizados con buen lugar para el guardado, el baño sectorizado y la cocina con desayunador, gran desarrollo de mesadas y abundantes espacios para organizar el guardado y lavado; un esquema de circulación lineal conecta los ambientes. El estar-comedor en la tira perpendicular propone transparencias, visuales y calidez al mismo tiempo, y se transforma junto con la galería en un solo espacio que invita a la reunión con amigos y disfrutar el tiempo libre. El patio es parte de la casa, césped, piscina, sol, árboles…un estilo de vida.
Arq. Claudio flores
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