domingo, 3 de octubre de 2010

RECICLAR

“Someter un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar”…; esta es la primera acepción, que hace sobre el término, el diccionario de la real academia española; este simple y elemental concepto trasladado a la arquitectura y a la construcción del hábitat, abre un abanico de posibilidades, que desde la creatividad, nos permite recuperar, no solo objetos y materiales aportando de esta manera a la economía del proyecto, sino también, la de ejercer memoria activa rescatando aquellos aspectos que hacen a la identidad y al sentido de pertenencia propios del hábitat construido.
Toda construcción, en el sentido más amplio del término y en todas las escalas; desde su concepción, ya sea vernácula o de carácter arquitectónica, nos revelan aquellos aspectos que la justifican, más allá de las anacrónicas críticas de que puedan ser objeto, no hacen más que soslayar valores que exaltan a las obras desde una visión conservacionista y respetuosa del patrimonio cultural y artístico de los pueblos.
A propósito de estos conceptos citaré a Victor Hugo, que dice: “la arquitectura es testigo insobornable de la historia, porque no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones.”
Y luego Pío Baroja sentencia: “el orgullo de quienes no pueden edificar es destruir”La importancia de reciclar está, a mi entender, en recuperar los valores positivos de lo construido, eso es edificar; apoyar el edificio del futuro sobre las bases sólidas del pasado. En esa continuidad podremos dejar atrás los prejuicios y valorar los aspectos positivos como punto de partida para la creación de nuevas expresiones.

Arq. Claudio Flores

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